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martes, 27 de diciembre de 2011

La Segunda Edad de Oro de JUVAM


Pleno Acampada 2011

Se preguntarán por qué escribí ese título. El uno va primero que el dos, ¿Cierto? Bien, voy a contar una historia para explicarlo; la historia que me contaron a mi y la que he vivido.

(No sé si es la historia real, por eso estoy abierto a correcciones).

En el 2000 reunieron a un par de jóvenes del noroccidente de Bogotá para crear una "comunidad juvenil". Unos religiosos querían formar líderes o jovenes autenticos amigonianos, algo asi. En un seminario, "La Chaparrita", le dicen. Ahí fue la base de lo que se conoce hoy como Juvam Colombia.

Pero ahí todavía no había líderes, había que encontrarlos y encaminarlos. Se integrarían luego jóvenes del Colegio Espiritu Santo (Colses, de los Terciarios Capuchinos)  dentro de la comunidad, para que hicieran después una propia en su colegio cuando ya tuvieran la formación suficiente.

En el 2001 se fueron de campamento. Ahí nacieron las Acampadas amigonianas, que hoy en día son nacionales y no como aquella que fue entre comunidades de la ciudad.  

viernes, 23 de septiembre de 2011

Las crónicas de la JMJ2011 - Resumen

¡Hola a todas y todos!

Aprovechando que durante esta semana se cumplía un mes de pasada la Jornada Mundial de la Juventud (Madrid, España) he escrito varias crónicas, una por día, de lo que ocurrió en este evento. Claro está, desde mi propia experiencia.

Y para hacer más fácil la lectura, hago este pequeño índice de cada día. Tengo ganas de hacer un "bonus" de los días en la diócesis de León. Así que estén pendientes.


Además, quiero compartir este video que no publiqué antes donde aparecen  nuestros amigos portugueses:





jueves, 22 de septiembre de 2011

Sexto día: ¡Sí Sí Sí, Nos vamos a Brasil!

21 de agosto

Despertar en Cuatro Vientos 1



Despertar en Cuatro Vientos 2

La luz del día me despertó. Del grupo, apenas el Padre y algunos pocos estaban levantados. Afortunadamente pude ver el amanecer madrileño. ¡Hermoso!

Amanecer en Cuatro Vientos JMJ Madrid 2011 1

Amanecer en Cuatro Vientos JMJ Madrid 2011 2

Mirando a los lados, todas las carpas donde estaba expuesto el Santísimo habían sido desmontadas durante la madrugada, a excepción de aquella que vi caer. Pero también mirar hacia abajo. El piso estaba repleto de basura. Habían muchas botellas de agua y tarros de ensaladas de las que venían en nuestra bolsa de picnic. Por cierto, la mía estaba casi llena. Y dispuesto a desocupar la bolsa dándome un desayuno generoso, uno de los alemanes que estaba al lado de nosotros me saludó. Yo, con la boca llena, apenas pude levantar la mano.

Me llamó la atención de este grupo su unión. Eran unos 20. Para las comidas, oraciones y charlas en esos dos días de campamento siempre se hacían en círculo, a comparación de otras delegaciones. Se les veía una fraternidad tan bacana, como decimos acá. El que me había saludado era el padre que los dirigía. Pensé que hablaba español. Efectivamente, no. (Hablaba portugués). Hasta que resultamos hablando en inglés. Me cayó bien.

Banderas alemana y argentina en Cuatro Vientos JMJ Madrid 2011

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Quinto día: Tormenta en Cuatro Vientos


20 de agosto

La mañana sería igual a las demás que pasamos en el albergue. Pero sería la última que pasaríamos ahí. Por eso cabría añadir a la rutina de siempre el alistar nuestras maletas.

El gran día del encuentro en el Aeródromo de Cuatro Vientos había llegado. Pero teníamos una duda ¿Llegar temprano y aguantar sol pero guardar buen puesto? o ¿Hacer algo en la mañana, llegar tarde sin aguantar tanto sol pero tener una mala ubicación? Nos fuimos por la segunda. No íbamos a tener más tiempo para ver más cosas de Madrid que esa mañana. Además, no conocíamos la Catedral de la ciudad (Bueno, la mayoría del grupo porque los que habíamos ido a cine el miércoles ya la habíamos visto, por fuera). Pensando que la mayoría se iría directo a Cuatro Vientos nos fuimos hacia el centro de la ciudad como de costumbre. 

Al llegar al Palacio Real, contiguo a la Catedral de la Almudena, todo se veía tranquilo


Pero al llegar a la Catedral empezamos a ver una buena cantidad de personas. Luego unas cercas. Después, bastantes policías y voluntarios. Y luego un tapete rojo. Mis sospechas se confirmaron cuando vi una pantalla gigante. Efectivamente, el Papa estaba en la Catedral. 

No habíamos caído en cuenta de revisar la guía de la JMJ donde aparecía que habría una misa con seminaristas y religiosos en la Almudena el 20 a las 10 AM. Seguramente si alguien la hubiera visto y advertido ese detalle, no hubiéramos estado ahí pues la misa aparecía como evento "de acceso restringido". En fin, lo que hicimos fue acomodarnos en una colina al frente de la plaza que daba a la Catedral. 



Esta vez no tuvimos que esperar tanto para ver salir a Benedicto XVI. (Bueno, después de acabada la misa pasó más de media hora para que saliera). 





El almuerzo fue cerca. Ahí se nos fue el último bono de comidas de la libreta que iba con nuestro morral del peregrino. Eso fue carca a la Ópera de Madrid, donde tomamos el metro. La organización de la JMJ había sugerido un recorrido para llegar a Cuatro Vientos. Pero en el grupo no habían ganas para caminar. El problema es que cientos de miles de personas se fueron también en metro. Fue como estar en Bogotá en hora pico!



Nos bajamos unos 2 km antes del aeródromo. Por seguridad, la estación "Cuatro Vientos" estaba cerrada. Iniciamos una larga caminata hasta la entrada que nos correspondía. Habían accesos distintos según la letra que estuviera en nuestra escarapela. En nuestro caso, decía E1. (Lo cual se me hizo bastante lejos siento que, supuestamente, la delegación de Bogotá había sido una de las primeras en preinscribirse para la JMJ). Lamentablemente la caminata no acababa al entrar; debíamos atravesar todo el terreno pues la puerta de ingreso estaba ubicada junto a la zona E8. Nos detuvimos para recoger nuestras bolsa de Picnic (la comida que nos iba a servir para sábado y domingo). 



Al cargar las bolsas se me cayó mi botón Amigoniano de la maleta.  (¿Será una señal?).  Me devolví a ver si quedó en el suelo pero ya no estaba. Para prevenir me quité mi botón Lasallista y lo guardé. Con esa rabia, llegamos a la zona que nos tocaba. que era prácticamente la "E0". No había pantalla gigante cerca, ni sonido, ni vallas delimitando el sector. Pero había mucho espacio. (Y hormigas). Nos hicimos al lado de un grupo de alemanes (Esto es importante para la crónica del domingo).

Era el momento para intercambiar las cosas que llevábamos. Yo todavía tenía muchas manillas de Colombia. Una niña del grupo me pidió que fuera con ella para servirle de traductor. Lo hubiera hecho. Pero quería emprender mi propio camino. Lejos. Si me iba con alguien no podría caminar todo lo que yo quisiera. Así que decidí escaparme, sin que nadie se diera cuenta. Me fui a caminar por todo Cuatro Vientos, yendo prácticamente hasta la entrada por la fila de las F y retornando por la fila de las D. Quería cambiar manillas, perder pena con la gente pero sobre todo estaba pendiente de ver si habían colombianos cerca. Me importaba más ver conocidos: Jenny, Marisol, Paula, Alexandra, los frailes... Pero no logré encontrar a ninguno. En el camino tomé varias fotos, aquí les dejo unas:







Por primera vez logré ver lasallistas en la JMJ. Vi a varias niñas con camisetas de "La Salle" de un encuentro que, tengo entendido, duró un día. Uno de los surcoreanos con los que hablé el martes creo que me dio a entender que estudió con los Hermanos de La Salle pero no estoy totalmente seguro. A diferencia de los amigonianos que vi en el Taco Bell, a las lasallistas de Cuatro Vientos no les hablé. Seguramente porque no buscaba a nadie en particular. Yo soy así!

Mientras me devolvía mostraban en las imágenes cómo el Papa visitaba varios hogares antes de la Vigilia en Cuatro Vientos. Cuando llegó, siendo recibido por los príncipes Felipe y Letizia, yo todavía no había regresado al lugar de campamento.

Había hecho mucho sol en el día. Pero al oscurecer se observaba que una gran nube gris se posaba sobre nosotros. Pequeñas gotas empezaron a caer recién llegué a donde estaba el resto del grupo. Ni se dieron cuenta que estuve casi dos horas por fuera (Al menos eso creo). Como no se escuchaba nada de la tarima desde donde estábamos, saqué mi radio como de costumbre para escuchar la transmisión. Varias niñas se  agruparon alrededor del radio, poniendo sombrillas encima de nosotros porque las gotas se iban haciendo más intensas. Pero yo quería ver algo de lo que ocurría en la tarima. Me fui de nuevo, esta vez, a una pantalla gigante. Mientras me iba acercando, el viento se hacía más fuerte. Y empezaron a verse relámpagos en el cielo. Todo esto antes de que empezara la homilía del Papa.


La lluvia se fortaleció. El Papa debió interrumpir su discurso. La transmisión de las pantallas se cortó. Debí devolverme al sitio del campamento acompañado de mi sombrilla y contra el viento. Pasaba por el lado de una carpa-capilla cuando veía que ésta se caía sobre sí misma. Al parecer, había gente adentro resguardándose de la lluvia.

De vuelta en la "E0", grabé esto:




En algún momento, con lo de la carpa y la interrupción de la vigilia, pensé en muchas cosas. ¿Lo peor? ¿Qué podía pasarnos en un campo abierto? Pero yo me dije "Somos fuertes. Podemos soportar esto y más". Al rato, la lluvia cesó y se pudo continuar la vigilia. Benedicto no pudo dar su discurso completo, debió saludar en varios idiomas y seguir el rito. La Custodia de Arfe de Toledo estaba lista para mostrarse ante los peregrinos. Dado que el clima mejoró, volví a la pantalla. 

Venía un gran espacio de adoración. Todos quedamos más unidos gracias a la tormenta. Así estábamos dispuestos a vivir la experiencia ante el Santisimo. Había que dar gracias, por tener la oportunidad de llegar a tierras lejanas, de vivir la JMJ, de soportar la lluvia de minutos antes, de tener un espacio sólo para hablar con Él. Al igual que el viacrucis, fue un momento único.





Venía la despedida. Aún más emotiva. Benedicto mostraría ese lado que no le conocíamos ante los jóvenes. A pesar de su timidez. A pesar de su falta de carisma, mostraría que estaba conectado al sentimiento de los jóvenes. Ese lado que muchos no le quieren ver y que ahí en la JMJ le conocimos. Así se notó en sus palabras finales de la noche.




Fuegos pirotécnicos para acabar.



Regresé a la "E0". El padre de nuestro grupo nos sugirió hacer oración de a pequeños grupos, uno por hora, desde la media noche hasta las 6AM. Estuve en el primero, dando gracias de nuevo por la JMJ y pensando en la gente que me esperaba en Colombia: mi familia, mis amigos y conocidos. A todos, no olvidé a nadie. Incluso a quienes se fueron. Yo creo que mi padre estaba ahí. A mi lado.

¡Gracias muchachos!, con su fuerza pude mantenerme firme en el viaje. Dios está ahí, en esas pequeñas cosas. Y eso no lo olvidé en ese pequeño rato.

La 1 AM del 21. Tomé una gaseosa. Luego me metí en mi sleeping. Caí rendido. Si esa noche cayó gota alguna de agua, no la sentí.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Cuarto día: El Viacrucis

19 de agosto

Levantada, ducha, Cola-Cao, blablabla... De las variadas opciones que teníamos para el desayuno en los primeros días, ese viernes pasó a ser sólo Cola-Cao, magdalenas y jugo. Muchos preferían dos jugos y las magdalenas. Insisto, ese Cola-Cao me encantaba!

Ah! Y sería la última vez que vería mis gafas. Ya se me quisieron quedar en el Llano colombiano en febrero. Pero yo dije "¡Eso sí que no!". Esta vez se me perdieron de vista. Bueno, por lo menos se quedaron en España. (Eso creo).

Los días fuertes de la JMJ empezaban. No sólo en las temáticas. también en lo físico. Las caminatas y temperaturas que habíamos tenido hasta ahora no eran nada en comparación con lo que tendríamos ese fin de semana. Pero podría sentirme afortunado por disfrutar de ese desafío.

En la mañana estuvimos de nuevo en El Retiro. Mini-visita a la Feria Vocacional a ver si encontraba a alguien conocido. El padre quería que ese rato fuera de reflexión. Por eso nos fuimos a la carpa del Santísimo donde ¡Qué sorpresa! Estaba la Cruz de los Jóvenes otra vez. Al lado, el icono de la Virgen, también regalo de Juan Pablo II a las JMJ. Los menores de edad del grupo aún no la habían visto tan cerca. En esta ocasión la cruz estaba protegida por unos banquitos para que nadie la tocara. Pero varios, inclusive religiosas, no se resistieron a la "tentación"


El rato serviría también para que se confesaran los que quisieran en los cubículos que estaban armados a lo largo del parque. Yo "me fui a confesar" (es decir, me fui a caminar). Quería estar solo un momento y asomarme de nuevo a la Feria Vocacional. Nadie conocido. Ya me acordaba de por lo menos 5 personas que debía buscar. Aún así ni rastro de una.

Inmediatamente pensamos en el Viacrucis. No podíamos cometer el error del martes de dejar pasar el tiempo  y perder una buena ubicación, por lo que iniciamos el camino temprano. No sin antes comer algo. Llegamos a un restaurante donde el Menú del Peregrino era un par de bocadillos con nombres extraños que ya ni me acuerdo con la bebida que uno quisiera. Bueno, faltó decir que la vendedora era colombiana! Así que las porciones fueron bastante generosas.

Bueno. ¡A caminar! El recorrido empezó desde la Puerta de Alcalá, el sitio donde estuvimos el día anterior. La foto de rigor...


Por la calle de Alcalá rumbo a la Cibeles


Por fin en la Plaza de Cibeles! Pero ese no sería nuestro punto final. Al padre le gustaba llegar a los puntos iniciales. Es decir, vuelta a la derecha hacia la Plaza de Colón por el Paseo de Recoletos.



A nuestra llegada, las Torres de Colón estaban adornadas para la ocasión. Ese sería el punto inicial del Viacrucis.


La Cruz de los Jóvenes, ya retirada de la carpa del Santísimo en el Retiro, iba a recorrer las 14 estaciones del viacrucis (Más una estación final con la imagen de la Virgen de Regla), repartidas por todo el Paseo de Recoletos hasta la Cibeles. Cada estación estaba representada por esculturas provenientes de toda España: eran los pasos empleados durante la Semana Santa en varias ciudades. 

¿Les conté que habíamos montado un baile para la Pre-Jornada? Lo hicimos en Valencia de Don Juan y fue todo un éxito. Pero varios se quedaron con las ganas de otra presentación. ¿Alguien vería a un grupo de muchachos bailando danzas típicas colombianas al lado de las fuentes de Colón? Sí, éramos nosotros :P


Luego del baile y de que un noticiero, creo que era canadiense, nos grabara, decidimos esperar bajo un árbol con sombra suficiente para nosotros. Una seguidora del régimen de Franco estaba sentada ahí, no sé porqué terminó hablando con un compañero del grupo. El caso es que se la terminaron pasando al politólogo, es decir, ¡A mí! Así pasó el tiempo. Finalmente llegó el Papa, directamente a Colón. Impresionante


Desde el árbol se podían ver perfectamente dos pantallas gigantes. Pero no me quise conformar con eso. Quería ver al Papa por segunda vez, y no a través de una pantalla sino con mis propios ojos. Me fui para la fuente, el punto más alto donde teníamos una visión casi perfecta de la plaza.


Observen MUY BIEN esta foto. ¿Se puede ser más de malas cuando intentas tomar una foto con los brazos totalmente estirados hacia arriba? Bueno, lo vi. La foto no da fe de eso, pero ¡Lo vi!


Al llegar Benedicto a Cibeles, la ceremonia comenzó. En cada estación, la cruz era cargada por grupos de jóvenes representativos de varios países con algo en común: una "cruz" a cuestas: persecuciones, desastres naturales, guerras, maltratos, víctimas previamente de la droga, marginación social, desempleo, enfermedades mortales y discapacidades. Cada estación traía un mensaje con alusión hacia la juventud con sufrimientos. La misericordia de Jesús se muestra como el remedio a cada una de las situaciones. 

Fue un momento fuerte de reflexión. De guardar silencio. Nadie gritaba. Todos estaban conectados bajo el mismo espíritu. Sencillamente inimaginable. Se sentía la pena del Crucificado con cada situación comentada en el Viacrucis pero a su vez se percibía la paz que sentí al besar la Cruz de los Jóvenes. Los cantos eran entonados con una gran solemnidad. Cada quien le dedicó ese rato a Dios. Y Dios nos dio un buen clima, el calor se apaciguó, la brisa llegó. Esos minutos nos sirvieron para recordar el sacrificio del Padre. Fueron minutos únicos e irrepetibles.



La Cruz llegó a Cibeles, lo que marcaba el final de la ceremonia. El Papa se despidió de los jóvenes mientras el coro entonaba el himno de la JMJ. La misma canción que fue tan criticada por ser tan "espiritual" y tan poco juvenil. Y vean que cuajó perfectamente con el espíritu de la conmemoración que hacíamos.ese viernes. 





Nosotros también nos fuimos. Caminamos bastante hasta resultar en Atocha como el día anterior y retornar a la estación de San Cipriano. El hambre me tenía loco. Eran las 11 pasadas y no cenábamos. Al final comimos hamburguesas. Quería comida más saludable, pero estaban ricas. Luego de medianoche el albergue seguía abierto. Nada de perder el tiempo, el día siguiente iba a ser bastante exigente. Así que la acostada fue  rápida.

...y las gafas, nunca aparecieron!

Tercer día: La "mancha" roja

18 de agosto


Unas pequeñas gotas de agua cayeron en mi cabeza. Varios voluntarios llegaron a donde estábamos durmiendo advirtiendo que era mejor recoger todo lo que teníamos en el piso para llevarnos a un lugar bajo techo. Dejó de llover y volvimos a poner nuestros sleepings donde estaban. Pero cayeron más gotas, esta vez más fuertes. Ahí sí, toco irnos. Recuerden que desde el primer día estábamos durmiendo a cielo abierto.

Casi toda la delegación de la Arquidiócesis de Bogotá había sido acomodada en ese albergue. Más de 500. Pero a varios no les gustó el hecho de no dormir en camas ni en la incomodidad del suelo, ni bañarse en agua fría ni las multitudes con el pretexto de que era inseguro el lugar. Ni idea a donde se irían, supongo que a hoteles. Entonces quedaron varios espacios en el patio techado, por lo que no fue difícil reacomodarnos. En fin, volvamos a dormir...

La luz llegó a eso de las 7:30 AM. EL baño, el desayuno, el Cola-Cao. Todo igual. Esa mañana nos dieron algo que faltaba en las mochilas que nos dieron el 15: un rosario y un crucifijo. Este último venía en una caja que cualquiera pensaría es una caja de pastillas (era intencional). Venía una cuerda café, la cruz con el enunciado "JMJ 2011 MADRID" al respaldo y un prospecto, es decir, un par de "indicaciones médicas" sobre cómo usar el crucifijo.

No más fue echar un vistazo al lugar donde estábamos durmiendo hasta la noche anterior. Era un desastre. Lo cual causó una reunión general del grupo con visita especial del líder general de la delegación de la Arquidiócesis de Bogotá, el padre Carlos Iván Urrea. Nos destacó como buen grupo, pero nos hizo hincapié en tres palabras clave para que no las perdiéramos de vista: "Disciplina", "Constancia" y "Método". Claramente no era un halago. A los dos minutos el rincón estaba perfectamente limpio.

Ese día no tendríamos una catequesis como la del día anterior. El padre quería hacer "su" catequesis con el grupo. En parte no me gustó la decisión porque el espacio donde podía relacionarme y conocer más de las experiencias de los peregrinos de todo el mundo era precisamente en las catequesis. Nos dividimos en dos grupos: mayores y menores de edad. Los mayores nos fuimos hacia El Retiro, a la carpa del Santísimo. Allí nos esperaba una sorpresa (por lo menos para mí): la Cruz de los Jóvenes. Aquella con la que empezaron las JMJ's, la que nos regaló Juan Pablo II. 

No sabía si iba a tener otra oportunidad de tenerla tan cerca en esta JMJ. No lo pensé dos veces. La toqué. Y la besé. Fue una gran experiencia espiritual. Me llené de paz.

El grupo de menores nos esperaba en otro sector del parque. Una niña se había "perdido" en el metro con una de las líderes encargadas. Extrañamente habían dejado sus maletas. El padre quiso aprovechar el momento para hacer una evaluación del grupo. Habían muchas tensiones y malentendidos. La idea era meditar y reflexionar sobre lo que habíamos hecho hasta ahora para luego llegar a un momento de perdón entre nosotros. Luego llegó la "niña perdida". Todo había sido perfectamente planeado (je!)

Era necesario el descanso. Para el resto del día necesitábamos mucha paciencia. El Papa llegaba en esos instantes a Madrid y debíamos ubicarnos en un buen lugar para ver su recibimiento. Nos detuvimos en la Fuente de Neptuno. No había mucha sombra. Seguimos caminando.


Tras almorzar, el camino nos llevaba de nuevo al Retiro. Pero a la esquina opuesta de donde habíamos hecho la catequesis de la mañana. Llegamos al frente de la Puerta de Alcalá, lugar donde Benedicto XVI debía llegar horas después en su Papamovil, bajarse, cruzar la puerta con 50 jóvenes peregrinos de distintas partes del mundo, y seguir en su recorrido hacia Cibeles, lugar donde haría su discurso de llegada ante los jóvenes. Ya los alrededores de la Puerta estaban llenos de gente. Pero la parte del parque con visión hacia Alcalá estaba medio vacía. Así que entramos. Y así era nuestra visión del lugar mientras esperamos unas 3 horas o más a la llegada del Papa.



Las horas pasaban. El calor aumentaba y llegaba cada vez más gente. A cuanto se subiera a la reja que nos limitaba la vista de la plaza le gritábamos "¡Que se baje!, ¡Que se baje!" Pero solía pasar que el susodicho no hacía caso por no saber español. Así que tocaba gritar "Get down! Get down!"


Finalmente llegó. Las pantallas mostraban el paso de Benedicto por cada lugar, mientras los peregrinos alrededor de las calles podían verlo durante segundos. Los que estábamos al pie de la Puerta de Alcalá tendríamos la fortuna de verlo por un poco más de tiempo. Finalmente, el Papamovil llegó. Paró justo en frente del lado norte de la Puerta. En la foto se alcanza a ver un cuadro blanco. Ese era el auto papal llegando. Luego, un video.





No se tiene la oportunidad de ver todos los días a una personalidad de semejante reconocimiento. Sin importar lo que pienses de una persona como él, poder tenerlo cerca causa cierto nosequé. ¿Cuándo se iba a bajar? ¿Cómo reconocerlo? Simple, la "mancha roja" o el "punto rojo" moviéndose entre la Puerta (je, es un decir). Mientras, muchos hacían gritos como "Beee-ne-dicto!!" "Esta es la juventud del Papa" o "Viva el Papa". Por mi parte no los gritaba mucho, sobre todo el último. Aún así, ya estaba emocionado. En otro sector de la multitud en nuestro alrededor, una niña de nuestro grupo le decía a otra "Mira por mí". Este gesto conmovió a varios, entre ellos al padre que nos acompaño.

Los 50 jóvenes y el Papa llegaron al otro lado. En ese momento pude tomar la mejor foto con mi cámara.



Medio día esperando un momento que duraría un par de minutos. Valió la pena. Al marcharse el Papamovil hacia Cibeles, mi grupo salió de donde estaba, atravesamos el parque para salir por un lugar con menos gente. Ya todos querían descansar. Encendí el radio para escuchar parte del discurso de recibimiento. La JMJ con el Papa comenzaba. El evangelio leído fue el pasaje de la casa sobre la roca (Mt 7, 24-27). Justo una lectura  muy relacionada con el lema de la JMJ.

Nos marchamos del lugar, la noche caía. Pasamos al lado de la estación de Atocha, mientras iba recordando el drama de los madrileños aquel 11 de marzo en que varias bombas estallaron. No era la primera vez que pasábamos por ahí pero cada vez que cruzábamos cerca de la estación pensaba en lo mismo. La foto es desde el cruce de la calle de Atocha, pero hacia el otro lado


El metro esperaba. Retorno a San Cipriano y al albergue. No recuerdo que cenamos ese día. En fin, hasta mañana!

domingo, 18 de septiembre de 2011

Segundo día: El momento cultural

Sigamos con el ejercicio de recordar lo que pasaba hace un mes en tierras españolas

17 de agosto

El día comienza en Villablanca, nuestro albergue. La rutina de siempre se da en la mañana, levantarse, ducharse, desayunarse. El desayuno generalmente traía bastante chocolate: croissant relleno de chocolate, postre de chocolate, una bebida achocolatada llamada ColaCao (Digamos que es como el Milo colombiano, sólo que "un poquito" más dulce), a veces unas magdalenas cuadradas (sí, cuadradas) y un jugo de piña y uva.  Muchos detestaron el ColaCao, yo lo amaba!

Era el único día de la JMJ en que no habrían eventos multitudinarios. Así que podríamos hacer lo que quisiéramos, eso sí, yendo antes a nuestra primera catequesis oficial (y última). En eso pasamos la mañana, en la parroquia de Santa Mónica, sede oficial de la delegación de Argentina. El tema del día giraba en torno a la frase "Firmes en la Fe". Fue una charla sobre la realidad del mundo desde lo espiritual, los no creyentes, y nuestra posición como creyentes dentro de la Iglesia. Durante la sección de preguntas le quise indagar al padre encargado (al parecer, un obispo) por el papel de los laicos comprometidos en la Iglesia. En otras palabras dije: "Hay religiosos que apoyan nuestras iniciativas, pero hay otros que se cierran, son bastante celosos con esto. Usted, ¿Qué piensa sobre nuestra función?" Me dijo varias cosas, habló sobre acolitado, sobre obras de caridad, pero en sí no siento que me haya querido resolver la pregunta. En fin...

Luego hubo un espacio para compartir con personas de otros países, fue pequeño el momento pero provechoso. Finalmente, varios tuvieron la oportunidad de contar sus experiencias de fe en público desde las realidades de sus países. Ejercicio bastante interesante! Ahora, fotos en la parroquia:



A partir de allí el día fue libre. El grupo de la parroquia con que yo andaba se dividió en partes que iban a estar en lugares distintos durante el día. Quería aprovechar la oportunidad para irme a buscar a conocidos colombianos, especialmente amigonianos. Ya tenía una dirección que me habían dado el día anterior en el stand de los Terciarios de la Feria Vocacional. Bueno, buscar a un par de personas entre una multitud de millón y medio y además en una ciudad grande no iba a ser fácil. Preferí irme a cine, aunque sabía que podía orientarme solo en Madrid. Teniendo mapas y el tiquete del metro, ¿Cómo me iba a perder?

Para la actividad del día resulté en un grupo de 5 personas. Fuimos a la zona de cinemas de Madrid, donde sólo ese día habrían películas especiales con motivo de la JMJ. Antes, a almorzar.

Debo decir que tengo prejuicios con la comida mexicana (pienso que todo es picante), por lo que no tenía ganas de comer en un Taco Bell que vimos cerca de los cines. Pero dije "bah, hágale!". Ya con el plato de comida en la mano, vi a un par de niñas con camisetas que decían "Juvam Nicaragua". Fue tal mi emoción que quise ir a hablarles, preguntarles donde se estaban quedando, y sobre todo, si sabían de Jennifer Valencia, nuestra joven colombiana representante de Juvam en la JMJ. Afortunadamente sí. Y le mandé saludos. Sería mi único contacto con amigonianos durante toda esa semana. También me dieron razón de un "muchacho de rizos" cuyo nombre había visto en el cartel que tenían los Terciarios en su stand y que "conocí" via Twitter meses antes.

Bueno, ¡A cine!. Vimos "Disparando a perros" (Shooting Dogs), drama ubicado dentro del genocidio de la comunidad tutsi ocurrido en Ruanda a mediados de los años 90. Fuerte, pero buena y recomendada. ¿Relación con la Jornada? Uno de los protagonistas era un sacerdote católico, que salvó la vida de varias personas y además daba esperanzas a un buen número de tutsis encerrados en un colegio para protegerse de los hutus, comunidad que con la complicidad del gobierno de la época quería acabar con la comunidad tutsi.


















Luego de ello recorrimos los alrededores del Palacio Real y de la Catedral de Santa María de la Almudena, patrona de Madrid. Allí tuvimos un momento de oración, aprovechando las lecturas que nos ofrecía el Libro del Peregrino. Por el camino veríamos otras muestras culturales.























A eso de las 8 de la tarde (sí, tarde) el grupo debía reintegrarse en el Templo de Debod donde habría una muestra de flamenco. Mientras esperábamos, oscureció. Preciso nos enteramos que a esa misma hora en el Madrid Arena se estaba presentando Tony Melendez. ¡Lástima!

Esa noche era el partido de vuelta de la Supercopa de España entre el Real Madrid y Barcelona. Por eso, había llevado mi radio. Empecé a escuchar desde antes (me estaba aburriendo) cuando oí lo peor..."Incidentes fuertes en la Puerta del Sol". Aquí debo contar algo que viene de antes.

Apenas llegamos a España, una de las primeras cosas que hice fue leer periódicos. Una marcha en contra de la presencia del Papa en Madrid se iba a llevar a cabo el día anterior a su llegada, es decir, ese miércoles 17. Pero los recorridos sugeridos por los manifestantes fueron prohibidos por cruzarse con lugares que iban a tener alta presencia de peregrinos durante esa fecha. No se hizo caso y la marcha fue llevada a cabo tal cual fue planeada. El sentido de los protestantes era pronunciarse en contra de la supuesta financiación del Estado español de la visita del Papa. Pero pronto terminó convirtiéndose por cuenta de unos pocos en una manifestación anti-católica. Varios peregrinos fueron insultados e intimidados a su paso por Sol y lugares cercanos. Una foto sobre lo acontecido ese día se hizo famosa, se las quiero mostrar:



Reconozco que antes de irme de Colombia tenía deseos de conocer a personas que hubieran hecho parte del Movimiento de los Indignados del 15-M. Muchos estaban en esta manifestación del 17 de agosto. Es probable. Pero habían muchos más. ¿Qué hubiera pasado si en ese momento yo estuviera en Sol? ¿Cómo reaccionaría? No lo sé. En este momento diría : "los escucharía pero también me haría escuchar". Pero repito, no sé. Es imposible decirlo.

Volvamos a Debod:


No podíamos ver muy bien el show de flamenco, la foto fue de pie. Pero cada vez que alguien se levantaba: ¡rechifla! Así que decidimos devolvernos para el albergue. Varios del grupo se perdieron entre la gente que veía los bailes, lo cual tendría consecuencias para el día siguiente. Por ende, la acostada en el albergue se iba a demorar.

El aviso que comúnmente se veía en las estaciones del metro no iba a faltar esa noche "Estación Sol cerrada". La llegada a San Cipriano, nuestra estación, sería bastante rápida. Al llegar cansados y sudando al albergue no quedaba más opción que bañarnos.

Prendí el radio de nuevo. Últimos minutos del partido, 2-2 como en el partido de ida. Luego, gol de Messi. Estaba salvando al Barça del susto que le había dado el Real minutos antes. Fin del partido, Barça campeón y hasta mañana!