Recordando JOJULA 6

Paradero en Sogamoso anunciando la Jojula 6
Fuente: http://www.facebook.com/lasalledistritodebogota

Nada se guarda, todo te brinda. ¿Qué es?

Para cerrar el 2012 quisiera compartirles y recordar detalles del que fue, en lo personal, el evento más significativo del año a nivel pastoral: la Jornada Juvenil Lasallista en Sogamoso, Boyacá.

Cómo olvidar esos tres días de agosto en tierras boyacenses, sirvieron para afirmar el compromiso de muchos jóvenes por su trabajo, su servicio a la comunidad, su vocación pastoral. Como acompañante de una delegación fuerte y enérgica resultó ser buena la experiencia desde el principio: entre porras y bailes preparados, pasando por las historias de cada familia que nos acogió hasta la entrega de la Cruz Lasallista que va pasando cada 2 años a una obra educativa distinta, a la cual no le faltó emoción.

No importó el ver que la gente que se formó con uno como lider en otros lugares del país ya no está; otra generación disfruta el momento. Pero se mantiene la energía de otros tiempos. El estar allí fue recordar momentos que sirvieron de motivación para trabajar y seguir adelante. Bien, trataré de resumir:

Lo bueno

Parte del trabajo comunitario
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• Sin duda la marca de la Jojula está en el trabajo comunitario. Partir de un bloque temático para ir luego a aplicar lo visto con la gente del municipio fue importante y dejó huella tanto en los asistentes a la Jornada como a los sogamoseños. Por mi parte debíamos hacer un trabajo con niños relacionado con el cuidado del planeta. Y a pesar de las manchas de pintura en la calle y la ropa y gritar en la calle para que la gente pusiera cuidado, fue muy agradable el rato. A los que trabajaron otros temas tengo entendido que les fue igual a pesar de tener otro tipo de población: niños más grandes y tercera edad
• Las liturgias: Profundas y apropiadas para los momentos del día. Inspiradoras para entrar en ambiente de jornada en las mañanas o cerrar el momento en las noches. No faltaron las lágrimas para algunos.
• El himno: Creo que no encontraron mejor canción que el tema de Axel. Tantas cosas que ofrece la vida reflejadas en pocas frases y que cada joven coreaba con emoción. Igualmente toda la ambientación musical fue espléndida.
• La caminata de la Luz: Ir de noche por Sogamoso con los miembros de la delegación sirvió para unirnos y hacernos sentir como jóvenes ante el pueblo, sin importar el origen de cada uno.

Lo especial

• Los momentos con las familias anfitrionas. Compartir dos noches con la gente del pueblo tiene su esencia: hablar de la vida de ellos, de las nuestras, contar anécdotas y disfrutar un poco de la comida de la región. 
• El anuncio de la sede de Jojula 2014. Saber que quien sería anfitrión de ese evento sería mi propio colegio (el Instituto Técnico Central) fue en mi caso una total sorpresa, y aunque era algo medianamente cantado entre la gente de la delegación, el saberlo fue motivo de celebración. Llevar la Cruz de nuevo hasta Bogotá fue especial para mis muchachos (los que estuve asesorando este año) y fue motivo de orgullo en el viaje de regreso. 

Y ellos, ¡Celebrando!
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• Los reencuentros: Era común ver abrazos por gente que llevaba tiempo sin verse. Los reencuentros fueron pocos para mí pero poder hablar con hermanos y laicos que he conocido en misiones, escuelas y otras experiencias es para alegrarse. 

Lo que cambiaría

• La integración: Desearía que las delegaciones se hubieran integrado más. A pesar de que estábamos repartidos en los bloques temáticos, la comunicación dentro de éstos no fue suficiente.
• El enfoque de los temas: Sentí que algo falló en este sentido. Yo con tema ecológico no conocía lo que trabajaban quienes estaban en el bloque de política, o en comunicaciones, o el artístico, o el de sexualidad y diversidad. Igual no sé si con las poblaciones con quienes trabajamos se les quedó más el tema que aplicamos o los juegos y dinámicas que se hicieron.

Para ser mi primera vez en una Jojula no estuvo mal. Y con el deseo de transmitir experiencia, espero estar en la versión del 2014. 

Logotipo de Jojula 7 Fuente: http://www.facebook.com/lasalledistritodebogota

Y respondiendo a la pregunta del principio, acuérdense de una cosa: ¡Celebra la Vida!

Un buen grupo

Foto: Archivo personal

Hola a todos. Hoy empiezo a publicar una serie de artículos sobre temas con los cuales deseo cerrar este 2012 e inicio con uno del que me da mucho gusto hablar. 

Cuando se es asesor de un grupo de jóvenes lo que uno más desea es que ellos tengan un buen proceso. Y este año estoy convencido de que se logró. No se puede decir otra cosa del Indivisa Manent del Instituto Técnico Central. Teníamos muchachos convencidos de lo que eran y lo que podían dar, que sábado a sábado se reunían para formar a otros jóvenes, darles lecciones de liderazgo y brindarles un poco de su experiencia para que la usen con su familia, amigos y en el colegio.

Fueron varios los espacios donde el grupo debió sacar todo lo que tenía: organizando Semana Lasallista, representando a la institución en la Jojula 6 de Sogamoso, reflexionando sobre lo que tenían en retiros y convivencias y con reuniones todas las semanas. Todo con fe, todo con el apoyo del de arriba que hacía todo posible para que las cosas salieran de la mejor manera.

Como todo grupo hay conflictos, pero siempre se trataron de solucionar. Si entre ellos no podían arreglar las cosas, los asesores intercedíamos. Y a cada caída anímica, siempre estuvimos ahí para levantar su moral y mantenerlos en la lucha.

En una comunidad pastoral se busca hacer actividades, formación catequética e integración pero lo que he notado a veces es que estos grupos terminan rompiéndose porque no se respetan los procesos. Y sobre todo, la proyección a futuro no existe. Por lo menos en este grupo existió esa preocupación entre los muchachos de mantener el legado. Para eso se forman nuevos líderes, para sembrar la semilla, alimentarla y aumentar el campo de visión. Si nos quedamos en lo mismo (o en los mismos), algún día lo que tenemos será insípido. Con nuevas caras las experiencias aumentan y las ideas florecen.

Con personas con esa vocación da gusto trabajar. Y por supuesto no se puede hablar de comunidad en este caso. Ellos lo decían, son una familia que pese a todo se mantiene unida. ¡Y permanece!

Algunos se fueron este año por cuenta de su graduación. Sé que les irá bien como personas porque cuentan con excelentes bases. Y si prefieren continuar como pastoralistas universitarios, adelante. A los que quedan,  ¡A trabajar! Sé que queda gente excelente y por ello se les pedirá el máximo.

Y aún quedan cosas por arreglar. ¡Y muchas! Siempre las habrá.