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domingo, 9 de enero de 2011

Regreso a Casa

Hace unos 3 años escribí esto. Allí escribí un manifiesto de lo que sería de ahí en adelante mi vida, ya comenzando un nuevo ciclo como universitario. Pensaba que debía dejar fluir mis ideas. Y para eso debía arrancarme de todo aquello que las limitara. Así pensé del grupo que me formó durante mis últimos años del bachillerato, en el que fui un lasallista hecho y derecho.

Llegué a considerar que mis ideas no serían tenidas en cuenta por las cabezas del grupo Lazos del ITC. Sobre todo porque en dos conversaciones que tuve con el líder más visible del grupo, me llevé sendas decepciones sobre lo que yo podía y no podía hacer. Por eso dí un paso al costado. Me mantuve en Juvam porque sabía que desde allí no tendría esas limitaciones.

Pero mi pensamiento era equivocado. Sólo pensaba en mí y no en los demás. Y me estaba fijando en lo menos importante: en el criterio de una persona sobre mis ideas. Lo realmente importante es el saber qué puedo dar yo por la sociedad. Y no menos valioso, en lo que yo podía aprender de los demás. 

Tres años fuera del ITC me enseñaron que el trabajo de los Lazos es realmente significativo. Cuando estuve en misión en Magangué me percaté que ellos son tan conocidos a nivel distrital que otros jóvenes los admiran.  Además su alcance social crece y crece cada día. ¿No había pensado acaso en por qué hay egresados no lasallistas en el grupo?

En particular este año en Juvam me di cuenta que en tan solo dos años aprendí mucho de los jóvenes pastoralistas del ITC. Afrontar con valor las circunstancias difíciles me parece que es un rasgo característico de estos jóvenes y eso es algo que no se puede dejar de lado. Eso no lo aprendí en Juvam, lo aprendí con personas de La Salle, y me siento orgulloso de eso. 

Y ¿Quién se da el lujo de seguir en una pastoral luego de salir del colegio? Eso es algo de lo que muchos otros pueden aprender, y quiero llevarles esa experiencia. Eso hace aún más admirables a estos jóvenes lasallistas.

Quiero recuperar ese valor, quiero ayudar a la gente, quiero volver a sentirme en comunidad. Y así me toque empezar desde abajo, quiero asumir las responsabilidades que haya que asumir. Y porque trabajando es cuando se me ocurren más ideas; quiero tener eso de nuevo.

Muchachos, ¡Regreso a Casa!

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