Yo más que nadie debería de saber lo valiosa que es una amistad, pero pareciera que no lo demostrase. Aún así, quisiera sacar de mi mente todo lo que me remuerde por lo mucho y lo poco que valoro a un amigo.
He sentido durante toda mi vida que veo la amistad de una manera distinta a como la ven los demás. Para la mayoría es algo que aunque tarde tiempo en encontrarse, se halla y se queda. Para mí, es una búsqueda constante la de todos los días por buscar ese tesoro que se oculta en cualquier parte de mi entorno.
Pero. ¡Qué tonterías! Siempre he tenido alguien a mi lado que me acompaña y con el que puedo hablar. En el preescolar, en la primaria, en el bachillerato y en la universidad también. Y, ¿Cómo me he sentido? Unas veces me escuchan, otras veces me divierto y juego con ellos o hacemos trabajos. Sin embargo, nunca ha habido alguien con el que me pueda sentar y .... hablar de lo que amigos de verdad hablarían... de la vida propia, no de lo meramente superficial.
A veces me siento deprimido, caído porque siento que no puedo entrar en confianza, conseguir y atrapar un amigo de verdad, ¡Alguien como un hermano! con el que sentir las alegrías, tristezas y que sobre todo sea un gran consejero, un buen apoyo en esos momentos difíciles
Me acuerdo que una vez, estando lejos de mi casa, andaba muy mal. Quería hacer muchas cosas, andaba con proyectos en la cabeza pero no podía. No me sentía capaz de nada y prefería decir mis ideas y que los otros las hicieran. No sé por qué y aún me ronda eso por la cabeza pero alguien me dijo algo así: "yo lo admiro a usted" (dijo más cosas pero esa frase en particular atrapa todo). No sentí estupor por el hecho de querer sentirme vanagloriado, mucho menos, no me gusta presumir. Esas palabras me sorprendieron por el simple hecho de saber que yo si soy capaz, y que alguien más lo creía así en ese momento.
Sencillamente es lo que había buscado por mucho tiempo en un amigo....
Pero eso me da rabia. Porque no fui capaz de fortalecer esa amistad. Porque a pesar de encontrar lo que necesitaba, por pensar que ya todo estaba hecho, esa amistad se deshizo. Sencillamente porque no hice nada. Y me da rabia porque posiblemente a esa persona ya se le olvidó eso que para mí fue algo realmente significativo.
Debo pedir disculpas, no sólo a esa persona sino a todos a los que me han conocido. Si me han deseado brindar su amistad no he hecho lo posible por dar de mi parte. Y precisamente de eso se trata la amistad: de dar. Y particularmente le pido disculpas a aquellos a quienes he visto como rivales, por envidias y celos de tener lo que ellos poseen.
Precisamente una persona me decía hace poco que pensar eso es una tontería, que debo arreglar las cosas con las personas con las que estoy mal, y pues, nada pasa con hablar con el que se pueda porque de pronto uno de esos "rivales" termina siendo mi mejor amigo!
Espero dar lo que tengo en serio en materia de amistad con los que he cometido errores, con los que conozco de estudio y grupos juveniles y especialmente, con los que de alguna u otra forma se han ganado mi admiración que aún perdura a pesar del tiempo y el espacio.