Lo que hago siempre es retomar un poco los propósitos planteados para el año anterior (a nivel pastoral), contar qué pasó y hacer unos nuevos. Y en el caso del 2011 fueron estos:
- El principal: asistir a la JMJ2011 en Madrid, España. Si no se logra ese objetivo, nos "echamos" el año.
- Luchar por la juventud. No se trata de acolitar todas las alcahueterías que hacemos. Simplemente se trata de demostrar que los jóvenes tenemos una voz con criterio y que debe ser escuchada. Ah sí, y respetada. Para eso debemos aprender a escuchar.
- Volver a ser un LA: demostrando los valores enseñados por De La Salle y Luis Amigó. Perteneciendo a sus obras. Y ante todo ser un católico obediente, seguidor del Señor.
Empezar de atrás para adelante me parece lo mejor
3) Efectivamente, este año me revinculé a la obra lasallista y seguí con el trabajo de Juvam. ¿Que eso garantice ser un LA? Vaya yo a saber. Hubo muchas satisfacciones por ambos lados: los eventos organizados (La Pascua Juvenil, la Acampada, la escuela de formación en Sasaima), los cursos de formación, tanto los dictados como a los que asistí de participante, y sobre todo, la vivencia con los jóvenes.
El 2011 sirvió para conocer personas, ver cómo habían crecido otras, aprender de personas que son modelo de inspiración, y a su vez, servir de ejemplo para otros así hayan corrientes difíciles de superar. El ser pastoralista es una labor extenuante pero gratificante: ver eso en lugares como Ciudad Bolívar, Madrid (la colombiana), Sibaté, Santa Marta y Villa del Prado, por dar ejemplos de los lugares donde se aplicó la teoría, llena el alma de regocijo.
Ser un "católico obediente, seguidor del Señor". Ser seguidor puede verse de muchas maneras; aquí menciono dos.. La forma en que lo ve el mundo globalizado es mediante el estereotipo del "camandulero": el que reza todo el tiempo, va a misa regularmente, y defiende cabalmente la moral y las buenas costumbres. Yo he aprendido otra cosa: se puede luchar por la gente enseñándole tus conocimientos, alegrándole la vida a un niño, a un joven, transmitir tus experiencias a gente del otro lado del océano, siendo activo en esa misión interminable de cambiar el mundo. Así es como concibo eso de "seguir al Señor". Jesús hacía eso en su época, no? ¿Obediente yo?, lo dudo. Se cometen errores y me dejo llevar por mí mismo, pero son los demás quienes te ayudan a levantar y quienes te recuerdan la dirección del camino.
2) Luchar por los jóvenes significa primero pertenecer a ellos y vivir su realidad. El 2011 ha sido EL AÑO de la juventud, en el que se ha levantado para decir ¡Aquí estamos! En España lo saben bien por el 15-M. En Colombia vivimos el levantamiento en contra de la reforma a la ley de educación superior. Apoyo causas así, pero no es mi repertorio de lucha. Mi forma de actuar es otra, mi indignación es más sutil. A través de las ideas. Siempre que las tengo es porque estoy inconforme con algo y a partir de ahí se han dado mis "luchas" particulares De momento mis luchas se han dado dentro de este campo de los grupos juveniles católicos. La indignación con la conformación de la Junta de Juvam del 2008 sirvió para que fuera más "democrática" por los cambios que se dieron meses después. El intento de misión a Plato en 2010 sirvió para que varios muchachos amigonianos se atrevieran a hacer cosas nuevas. Estos fueron grandes triunfos que destaco.
Pero en 2011 hubo un retroceso. Y en parte tuve la culpa. Una Junta Nacional debe tener autonomía y debe tener criterio para tomar decisiones. Por ejemplo, ¡nadie quisiera tener en el país propio a un gobernante que se deje dar órdenes de un gobernante de otro país! Hay que garantizar la autonomía tomando medidas como exigir una cantidad impar de miembros para que no hayan empates en votaciones. El que se haya decidido por estatutos que en casos de empate el poder de decidir se le entregue a una sola persona, sea quien sea y sin faltarle el respeto a nadie, implica que baje la autonomía. Hay que cambiar eso: el bienestar colectivo debe prevalecer sobre el particular y eso aplica para todos los casos.
1) Bueno, ¡Se pasó el año!. Y me alegra decir eso en este momento.
Cuando escribí la evaluación del 2010 no estaba totalmente seguro de que el viaje a España pudiera hacerse. Unos días después llegó la llamada del amigo de mi hermana que cambió todo (aquí el relato) y hoy puedo estar satisfecho de la gran experiencia que viví, en especial en Madrid y en aquella pequeña pero bonita Valencia de Don Juan que me acogió.
Cuando escribí la evaluación del 2010 no estaba totalmente seguro de que el viaje a España pudiera hacerse. Unos días después llegó la llamada del amigo de mi hermana que cambió todo (aquí el relato) y hoy puedo estar satisfecho de la gran experiencia que viví, en especial en Madrid y en aquella pequeña pero bonita Valencia de Don Juan que me acogió.
Tengo pendiente mi opinión sobre lo vivido. Y quiero escribir sobre eso celebrando el año de haber conocido al grupo con el que viajé.
Ahora sí, los compromisos:
- El IM va a ser un reto valiente. El año pasado fue prácticamente de "observación": ver cómo estaban las cosas. Tengo ideas y quiero aplicarlas.
- Con Juvam me espera la misión de (por encargo de la Junta Nacional) estar pendiente de las comunidades pre-juveniles. Quiero aprovechar eso para estar más en contacto con l@s líderes de cada regional. Y crear un lazo fuerte que permita generar ideas. ¡Conocimiento!
- Hay una parroquia en la que me han pedido el favor de crear un grupo. Otro reto grande. Necesitaré mucho apoyo!
- De nuevo, luchar por la juventud. Y ser más contundente!
- Empezar a planear una aventura para el 2013. Tiene que ver con Rio de Janeiro. Los detalles, pronto.
Hay algo más que debo decir. Es posible que este año cierre un ciclo para poder abrir otro. La universidad, la graduación de mi primera carrera, y otras cosas personales pueden influir pero no en tanto grado como las razones que llevo en el alma desde hace mucho tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario