"Voy a una Jornada Mundial de la Juventud" Dice alguien. Y le responden:
¿Para qué? Dirán los críticos
¡Me alegra mucho! Dirán los entusiastas
Quienes hemos vivido una Jornada Mundial de la Juventud sabemos de las diferentes sensaciones que nos pasan por la cabeza cuando nos percatamos de la grandeza del evento en que nos hemos metido. Ver muchos jóvenes como nosotros, conocer figuras de renombre internacional, admirar la belleza de distintas ciudades del mundo, y ante todo escuchar los mensajes que llegan de todas partes: de las catequesis, del propio Papa, de las experiencias y saludos de quienes conocemos en estos espacios.
Pero dejar pasar estos eventos sin hacer un análisis de ellos sería como considerarlos un episodio más de nuestras vidas, un momento en el que simplemente se pasaron unas vacaciones de verano o un paseo para ir a ver a un señor ochentón y gritarle fidelidad...
No, no, no, ¡Para mí no es eso!
Me llamaba la atención un tweet durante los días de Madrid11 que decía esto " 'La juventud del Papa' fue hace 65 años, nosotros/as somos la juventud de la Iglesia, ¡la juventud de Cristo!" ...Para contextualizarlos, el mencionado twittero se refería a uno de los gritos que más se escuchaba cada vez que el Papa venía cerca.
¡Y tiene razón! Considero que las JMJ's deben ser el evento donde la Iglesia Católica como tal (entendiéndola como el pueblo seguidor de Cristo) debe revitalizarse. Estoy firmemente convencido de la fuerza de la juventud y de la capacidad que tenemos para alterar el orden para bien y combatir las injusticias de nuestro mundo. Pienso que nuestra palabra, a oídos de otros jóvenes, es creíble y debería usarse. Una JMJ debería ser el espacio para escucharnos entre nosotros, saber qué puede dar cada uno y llegar a acuerdos. ¡Reunirnos! ¿Cuándo mas tenemos este tipo de oportunidades? ¿Cuàndo mas podemos aprender de las experiencias de jóvenes católicos alrededor de mundo y usar algo de ellas para nuestro entorno? ¿Cuándo puede ver el mundo una Iglesia unida y no una masa de jóvenes que ni se comunican entre sí? En Madrid, el tener a un grupo de indignados al lado ofrecía la posibilidad de reflexionar sobre la realidad mundial, y hacer algo con nuestros conocimientos, no hacernos los indiferentes ni inocentes con lo que pasaba como creo que pasó con muchos..
Otro comentario que viene de una pregunta hecha por un niño evangélico madrileño me sirve para hacer otra reflexión. ¿Por qué vienen a ver al Papa? Quien le respondió al niño dijo "Vamos a ver al Papa porque es el máximo representante de Dios en la Tierra". Para mí es el líder del Magisterio, sin negar que su autoridad viene de lo que Jesucristo diría años atrás . La vaina es que yo veo a Dios en todas partes. No solo en los discursos del Papa. También en las experiencias y consejos de jóvenes, por ejemplo. Que con Dios puedes hablar todos los días orando o yendo a misa, quizás. Pero no siempre existe la oportunidad de conocer contrastes que personas de todo el mundo te pueden contar. No he sentido en una misa común el ambiente para hablar con otros de eso. En una JMJ existe una especie de "vibra especial" que te lo permite.
Por mi parte, quienes me conocen me oyeron decir "Ver al Papa no me interesa tanto". Siempre antepuse el conocer la realidad mundial de la Iglesia (de nuevo, entendiendo Iglesia como pueblo), saber del país al que voy, y anterior a todo, hacer un sacrificio en tiempo, dinero y esfuerzo físico ante Dios para demostrarle mi fidelidad. El Papa, en nombre de Él nos convoca, nosotros aceptamos la invitación y vamos como peregrinos. Pero como me decía un amigo "Pongamos de nuestra parte". Nada hacemos con sólo vitorearle a Benedicto XVI. El evento se llama precisamente "Jornada Mundial de la Juventud" y no "Encuentro de jóvenes con el Papa" porque esos días no se encierran (y no deberían encerrarse) en lo segundo.
Por mi parte, quienes me conocen me oyeron decir "Ver al Papa no me interesa tanto". Siempre antepuse el conocer la realidad mundial de la Iglesia (de nuevo, entendiendo Iglesia como pueblo), saber del país al que voy, y anterior a todo, hacer un sacrificio en tiempo, dinero y esfuerzo físico ante Dios para demostrarle mi fidelidad. El Papa, en nombre de Él nos convoca, nosotros aceptamos la invitación y vamos como peregrinos. Pero como me decía un amigo "Pongamos de nuestra parte". Nada hacemos con sólo vitorearle a Benedicto XVI. El evento se llama precisamente "Jornada Mundial de la Juventud" y no "Encuentro de jóvenes con el Papa" porque esos días no se encierran (y no deberían encerrarse) en lo segundo.
Mi camino pastoral me ha enseñado a darle mucha importancia a lo social, y siento que eso falta en las JMJs. Quizás las Prejornadas sean el espacio propicio, ahí nos acercamos más a la gente del país que nos recibe. Y es un momento muy especial. ¿Por qué no darle una enseñanza y esperanza a una persona con dificultades? Brasil, país con más necesidades que otros anfitriones de JMJ me parece el lugar perfecto para ir empezando a cambiar realidades. A ver si allí podemos aportar algo de lo que sabemos.
En lo personal siento que mi primera JMJ fue para conocer cómo estaban las cosas y no para intentar cosas como las que propongo arriba. Ahora que conozco el evento quiero darlo todo. A ver si como una gran comunidad podemos demostrarle al mundo que la juventud puede hacer mucho. Decirle a los críticos que no todos somos los conservadores que varios ven en nosotros sin siquiera atreverse a preguntarnos qué hacemos o qué ideas tenemos. La Iglesia es una sola, mas no todos pensamos igual dentro de ella.
PD: El logo de Rio2013: ¡Sencillamente Genial!
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